El Gobierno nacional envió al Congreso un informe de avance del proyecto de ley de Presupuesto 2025, que será el primero de la gestión de Javier Milei. Luego de las sanciones de la Ley de Bases y el Paquete Fiscal, que llevaron seis arduos meses, se anticipa que el oficialismo tendrá por delante con este tema una discusión también compleja, bajo el desafío de construir mayorías y en un nuevo episodio donde pesarán los gobernadores.
En el documento de 57 carillas, el Poder Ejecutivo realizó una descripción del contexto macroeconómico, los lineamientos y prioridades generales de las políticas presupuestaria y financiera y las relaciones fiscales con las provincias. También presenta un análisis de la ejecución presupuestaria al 31 de mayo de 2024, luego que al asumir Milei decidiera prorrogar el Presupuesto 2023.
De acuerdo a las proyecciones realizadas “al inicio del proceso de elaboración del presupuesto”, se estima que este año concluirá con una inflación de 139,7% y el dólar a 1.016 pesos.
“Mantener el equilibrio fiscal será un compromiso ineludible de gobierno, priorizando el acompañamiento social de los sectores más vulnerables, revalorizando el trabajo como elemento organizador e integrador de la sociedad y profundizando la modernización y simplificación del Estado con el objetivo de lograr un servicio público eficaz y eficiente. Para 2025 se continuará con el fortalecimiento de las áreas de defensa nacional y seguridad interior para el resguardo de la soberanía territorial”, se resumió en uno de los párrafos.
En ese sentido, se remarcan “cuatro grandes ejes que guían la gestión del Gobierno nacional”. El primero tiene que ver con el equilibrio fiscal sostenido, “adoptando medidas audaces que permitieron avanzar de forma más rápida de lo previsto hacia el equilibrio fiscal, la desaceleración de la inflación, la mejora del balance del Banco Central de la República Argentina y el fortalecimiento de las reservas internacionales”.
“Durante 2025 se plantea mantener las condiciones de estabilidad macroeconómica que permitan el despegue definitivo de las potencialidades productivas del país, generando un ambiente favorable para el incremento de la inversión privada, una mejora de la productividad, y el crecimiento de la actividad, del empleo y los ingresos”, agrega.
En segundo plano, el PEN menciona que promoverá “el acompañamiento social sin intermediaciones, realizando esfuerzos significativos para ampliar la asistencia social a madres y niños en los sectores más vulnerables y proteger el poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones”. “Es prioridad de esta gestión continuar con la política de déficit cero, fortaleciendo la eficacia y eficiencia del gasto público, haciendo énfasis en la reducción del gasto político para dar prioridad al sostenimiento de ingresos de los sectores de mayor vulnerabilidad”, afirma.
El tercer eje tiene que ver con el objetivo de “la modernización y simplificación del Estado” para “no entorpecer las condiciones para el desarrollo del sector privado, favoreciendo la libre empresa”. “En tal sentido se trabaja también en la simplificación de las acciones y procesos, digitalizando y simplificando trámites, desburocratizando y eliminando intermediarios en sus acciones”, señala.
Finalmente, en el informe se marca como cuarto eje “el equipamiento y modernización de seguridad y defensa”. “Esta gestión considera que para que un país sea próspero debe sostener firmemente su soberanía territorial y para ello debe contar con Fuerzas Armadas capaces de defender sus fronteras y erradicar o desalentar posibles amenazas externas. En tal sentido el fortalecimiento y revalorización de las fuerzas de la Defensa continuará siendo una prioridad como así también será prioridad seguir dotando a las fuerzas federales del equipamiento necesario y de la capacitación continua para garantizar la seguridad interior como un derecho de todos los argentinos, con énfasis en la prevención del delito y la investigación del crimen organizado”, expresa el PEN.
El proyecto, que de acuerdo a la Ley de Administración Financiera debe ser enviado el 15 de septiembre, planteará, según informó el Gobierno, las “metas fiscales que se basan en el mantenimiento de las políticas que apuntalan la demanda agregada y un incremento de los recursos fiscales de la mano de un aumento de la actividad, del empleo y de los ingresos reales, dando sostenibilidad al sendero de crecimiento en un contexto de reducción de déficit fiscal”.
“El Gobierno nacional continuará con el compromiso de seguir profundizando el mercado de capitales, dotando de nuevas y mejores herramientas al sector privado y respetando los marcos de sostenibilidad de la deuda pública. Una reducción del déficit sumado a un mayor financiamiento en moneda doméstica y financiamiento de organismos internacionales y bilaterales de créditos permiten evitar las transferencias del Banco Central al Tesoro Nacional”, insistió el Ejecutivo.
Según el documento enviado al Congreso, de enero a mayo de este año se “registró un resultado primario superavitario, en base devengado, de $5.640.405,4 millones y un resultado financiero también positivo de $1.636.698,9 millones”. En tanto, los recursos totales percibidos durante el mismo período se ubicaron en el 65% con respecto al presupuesto vigente.
Sobre las proyecciones, se prevé que “la recaudación de impuestos nacionales y de aportes y contribuciones a la seguridad social en el año 2025 se estima que aumentará un 54,4% respecto a la recaudación proyectada para el año 2024, reduciéndose 0,45 p.p. del PIB respecto al año anterior”. En tanto, “la presión tributaria pasaría de 21,61% del PIB en el año 2024 a 21,16% en el año 2025. Este cambio en la presión impositiva total responde al efecto neto de modificaciones en el contexto macroeconómico y de medidas de política y administración tributaria, destacándose la menor recaudación como consecuencia de la finalización de la vigencia del impuesto PAIS”, se apuntó.
Sobre el impuesto a las Ganancias, que será restituido a partir de la Ley de Medidas Fiscales, se precisa que los ingresos provenientes de este tributo “en el año 2025 alcanzarían una suba del 47% respecto al año anterior y una disminución en términos del PIB de 0,28 p.p”. Mientras que la recaudación del impuesto sobre los Bienes Personales “se estima que aumentará un 61,9%”. “Los principales factores que explican esta suba son los aumentos de las bases imponibles sobre las cuales se aplica el impuesto”, se agregó.
Además, se detalló que “los ingresos correspondientes al Impuesto para una Argentina Inclusiva (PAIS) durante el 2024 alcanzaron un 1,13% del PIB. Sin embargo, en 2025 solo se estiman ingresos en el mes de enero (por operaciones devengadas en el mes anterior), ya que de acuerdo con el artículo 35 de la Ley N° 27.541, en diciembre del 2024 finaliza su vigencia”.
“Se estima que la recaudación correspondiente a la Administración Nacional resultará alrededor del 49,7% superior a 2024 y mostrará una caída del 0,67 p.p. en términos del PIB. La recaudación se ve afectada por el impacto de la finalización del impuesto PAIS en el año 2024. Por otra parte, los ingresos de origen nacional de las provincias, incluyendo las compensaciones que dispone la Ley N° 27.429, resultarían 63,1% mayores al valor de 2024, representando 7,03% del PIB”, se sumó en otro párrafo del informe.